De pareja a padres: el desafío de mantener el amor en medio del camino
- Helena Palao Bertran - Ayana
- 25 mar
- 2 Min. de lectura
La llegada de un hijo es un acontecimiento que transforma profundamente la vida
de una pareja. Más allá de las alegrías y expectativas, este acontecimiento trae
consigo desafíos que pueden poner a prueba la relación. Es común que las parejas
enfrenten cambios en su dinámica, comunicación y tiempo compartido.
Impacto emocional y psicológico:
1. Redefinición de roles: La transición de ser pareja a convertirse en padres
implica asumir nuevas responsabilidades y adaptarse a roles que pueden no
estar claramente definidos. Esta adaptación puede generar tensiones si no
se maneja con comunicación abierta.
2. Disminución del tiempo en pareja: El cuidado constante que requiere un
recién nacido puede reducir significativamente el tiempo que la pareja solía
dedicar a actividades juntos, afectando la intimidad y la conexión
emocional.
3. Agotamiento físico y emocional: Las demandas de la crianza, sumadas a la
falta de sueño, pueden llevar al cansancio extremo, afectando el estado de
ánimo y la paciencia de ambos padres.
4. Expectativas no cumplidas: Cada miembro de la pareja puede tener ideas
preconcebidas sobre la crianza y el papel del otro. Cuando estas
expectativas no se cumplen, pueden surgir sentimientos de frustración o
decepción.
Os dejamos algunos consejos para fortalecer la relación:
- Comunicación abierta y sincera: Es fundamental expresar sentimientos,
preocupaciones y necesidades de manera honesta. Es importante no dar
por hecho que el otro sepa lo que estoy sintiendo. Esto ayuda a prevenir
malentendidos y a fortalecer la conexión emocional.
- No buscar la perfección: La maternidad y paternidad están llenas de errores.
Lo importante es aprender juntos, no exigirse demasiado.
- Repartir responsabilidades: Compartir equitativamente las tareas del hogar
y el cuidado del bebé evita que uno de los dos se sienta sobrecargado y
promueve el trabajo en equipo. Evita la mentalidad de “quién hace más” y
busca formar un equipo en vez de competencia.
- Mantener la intimidad: El contacto físico, como abrazos o caricias, es vital
para mantener la conexión, incluso si la frecuencia de las relaciones
sexuales disminuye temporalmente.
- Buscar momentos para uno mismo: Ser padres no implica dejar de ser
personas. Un café, un baño relajante, hacer ejercicio… pueden ayudar más
de lo que te esperas.
- Buscar apoyo externo: No dudar en pedir ayuda a familiares, amigos o
profesionales cuando sea necesario. Contar con una red de apoyo puede
aliviar la carga y proporcionar perspectivas valiosas.
